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Channel: alubias Archivos - Recetas caseras con fotos paso a paso de Miriam García
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Chile con carne y chocolate

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Me encanta el chile con carne. Cuando mi socio y yo éramos novios solíamos frecuentar uno de esos aberrantes restaurantes de comida semirrápida pseudoamericana (¿qué queréis?… eran baratos… éramos jóvenes y necesitábamos el dinero… ejem) y yo siempre pedía chile con carne, que me servían a temperatura de cauterización en una cazuelita de barro, con una hamburguesa encima y una loncha de queso de color radiactivo. Sí, aberrante. Sí, mi paladar se ha afinado un poco con los años, lo cual no quiere decir que no me guste revolcarme en el barro de vez en cuando y comer cualquier guarrería. De hecho, ahora ese tipo de restaurante está entre los favoritos de mis hijos… tanta evolución para esto. Así que para combatir mi nostalgia de otros tiempos en que no acumulaba grasa en mi perímetro con tanta facilidad como ahora, preparo un chile con carne caserito que además de estar mucho más rico que el de aquel restaurante, tiene un añadido irresistible: chocolate.

Esta receta procede de un interesante libro de cocina publicado por Intermón Oxfam, La amarga dulzura del chocolate, aunque yo la he modificado a mi gusto. Os lo recomiendo, porque además de suculentas recetas con chocolate cuenta cosas muy interesantes sobre la explotación del cacao en el mundo, su comercio y la injusticia que sufren los productores del mundo en desarrollo. Un estupendo regalo de Navidad. Y no llevo comisión, lo juro. La adición del chocolate hace que este platillo tenga relación con el sorprendente mole mejicano, una de las salsas más increíblemente deliciosas que he probado nunca. Aún recuerdo la primera vez que la comí, en un restaurante mejicano en una carretera secundaria… imaginaos, Sicilia, 1920… no, New Jersey, siglo pasado… se me saltan las lágrimas cuando rememoro aquel picantito mole de pollo… me dejó una impresión tan indeleble que aún me acuerdo del nombre del restaurante, 12 años después: Kiki Rios… ay.

Chile con carne y chocolate

  • 750 g de carne picada
  • 250 g de judías rojas cocidas, con su caldo
  • 1 pimiento rojo (en la receta lo ponen verde)
  • 2 cebollas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 bote de tomate triturado de 800 g (en la receta ponen 2 cucharadas nada más)
  • 1 cucharada de ketchup
  • 4 cayenitas (en la receta ponen 1 cucharadita de chile en polvo, pero yo no tenía. Con esta cantidad, que yo añado desmenuzaditas a la salsa, queda un guiso solo ligeramente picante. Ajústese a gusto de cada cual)
  • 2 cucharadas de cacao en polvo sin endulzar (creo que se puede echar más, yo echo tres)
  • 2 cucharaditas de comino molido
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1/2 cucharadita de clavo molido (yo creo que esta cantidad de clavo es un poco excesiva, sobre todo teniendo en cuenta que también lleva pimienta de Jamaica, que tiene un aroma parecido)
  • 1/8 cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 cucharadita de pimienta de Jamaica (mejor triturarla o ponerla dentro de una gasa atadita, porque si no luego te encuentras los granos por ahí, crunch. Y si no tenéis pimienta de Jamaica, pues no la añadís y en paz)
  • 1 cucharada de vinagre
  • 2 cucharaditas de azúcar (yo no las puse, no me parece necesario)
  • 120 ml del caldo de cocción de las judías
  • Aceite
  • Sal

Además le añadí de mi cosecha una copita de vino tinto, que siempre va bien con todo… bueno, casi.

Manos a la obra: se pelan los ajos y se majan. Se pican las cebollas y el pimiento rojo y se fríen en una cazuela grande con el aceite necesario. Se añade el ajo al final para que no se arrebate. Yo retiro todo esto y en el mismo aceite, a fuego vivo, sofrío bien la carne picada, hasta que se dore. Cuando está bien hecha, se devuelve el sofrito a la cazuela y se añade el resto de los ingredientes: las judías (previamente cocidas con una hojita de laurel y algo de sal), el tomate triturado, el ketchup y todas las especias y condimentos, junto con el caldo. Se remueve bien el conjunto y se lleva a ebullición con la cazuela tapada. Se baja el fuego y se deja cocer despacito unos 45 minutos. Se vigila de vez en cuando para que no se pegue y no se quede sin líquido. Se añade agua, si fuera necesario. O, si no podéis resistir vuestros instintos más bajos,… pues más vino.


Finalizado este tiempo, se prueba de sal y se rectifica. Se puede servir con arroz hervido; a mí personalmente me gusta con una patatita asada en el horno… ñam. Es un plato facilísimo, que sale muy rico y es excelente para invitar a un regimiento y dejarlo KO. También viene al pelo para calentar el cuerpo ahora que ya ha llegado el fresquete… ¿quién da más?

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Chile con carne de Whole Kitchen

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Adoro el chile con carne, propuesta de este mes del círculo salado de Whole Kitchen. Creo que esto ya lo dejé claro en mi post del chile con carne y chocolate. De modo que no he podido resistirme a hacer este encarguito. Como nos dicen las chicas de Whole Kitchen, se trata de un plato típico de la cocina mejicano-estadounidense o Tex-Mex, y es el plato oficial del estado de Texas, en Estados Unidos (por si acaso no sabíais que Texas está en ese país… nunca se sabe). Consiste en una sopa espesa o estofado, según la consistencia que se le quiera dar, mezcla de carne, legumbres y verduras, razonablemente picante. Los ingredientes principales son cerdo, frijoles y chiles.
He modificado ligeramente la receta de Whole Kitchen, pero solo ligeramente, ahí va:

Chile con carne

  • 2 cebollas medianas
  • 2 dientes de ajo
  • 2 zanahorias medianas
  • 250 g champiñones (esto es de mi cosecha, porque odio el apio)
  • 2 pimientos rojos
  • 1 cdta. de guindilla en polvo (yo puse 3 cayenitas)
  • 1 cdta. de comino molido
  • 1 cdta. de canela molida
  • Sal marina
  • 500 g de alubias cocidas o unos 300 g sin cocer (lo suyo es que sean rojas, pero no las encontré, así que compré alubías canela, que tienen un color raro una vez cocidas… La receta lleva 700 g, pero a mí me parecía un poco excesivo, cuestión de gustos)
  • 800 g de tomate entero en lata, troceado (aquí no tenía claro si esa cantidad era de tomate escurrido o sin escurrir… yo lo puse sin escurrir)
  • 500 g de carne de ternera picada
  • 2 cdas. de salsa Worcestershire (en lugar del vinagre balsámico)
  • Aceite de oliva
  1. Si vais a usar alubias crudas, se cuecen primero las alubias, remojadas toda la noche en agua, con un par de hojas de laurel, por ejemplo en la olla rápida (las mías tardaron 10 minutos desde que subió el anillo). Una vez hechas, se reservan.
  2. Se pelan y pican las verduras, con los champiñones en láminas. Se sofríen las verduras (yo lo hago en Thermomix) hasta que vayan estando lacias, se añaden los champiñones hacia el final del sofrito.
  3. Cuando las verduras están todas tiernas, se añaden las especias y se sofríe un minuto más.
  4. Se pasa todo el sofrito a una cazuela (si habéis usado Thermomix) y se añade la carne, que se sofríe hasta que cambie de color, mientras se desmenuza con una cuchara de palo.
  5. Cuando la carne está hecha, se añaden los tomates troceados con su caldo. Yo no tuve que añadir agua adicional. Se sala, se tapa parcialmente la cazuela y se cuece todo más de una hora, en realidad, hasta que esté suficientemente espeso.
  6. Hacia el final de la cocción, para que no se ablanden excesivamente (las mías ya estaban bastante blanditas), se añaden las alubias, para que cojan el sabor. Encuentro que, como todos los guisos, es mejor dejarlo reposar de un día para otro antes de comerlo. Delicioso con unas crackers de almendra… ñam.

Chile con carne 2

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Salteado de judiones y berberechos, y 1080 fotos

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En primer lugar, estamos en septiembre, mes con erre en el nombre, que según cuenta la sabiduría popular es uno de los mejores meses para comer marisco. Y el otoño es la mejor época para el berberecho, un sabroso bichejo que destapa todo su sabor a mar en preparaciones sencillísimas. En concreto, este salteado de judiones y berberechos es tan simple que toda su bondad depende de la calidad de los ingredientes. Con unas buenas judías, tiernas y con hollejo suave, y unos berberechos fresquísimos este plato es de lujo. Me encanta usar albariño para cocinar los mariscos y pescados, encuentro que es una combinación casi pecaminosa. En especial, el ligero dulzor de este vino le va de miedo a cualquier molusco, como los berberechos o las almejas.

Salteado de judiones y berberechos, y 1080 fotos
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Salteado de judiones y berberechos con albariño
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Raciones: 4
Ingredientes
  • 250 g de judiones
  • 1 hoja de laurel
  • 2 ajos
  • 500 g de berberechos
  • ½ vasito de vino albariño
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal al gusto
Instrucciones
  1. Se pesan los judiones y se dejan toda una noche en remojo con agua. Al día siguiente, se cuecen con una hojita de laurel, en olla a presión o como más os guste, hasta que estén tiernos. Se salan y se reservan.
  2. Se pelan y pican los ajos finamente, y se saltean en un par de cucharadas de aceite, hasta que se doren. Se añade el albariño y los berberechos. Se sube el fuego y se tapa la sartén o cazuela, para que los moluscos se abran al vapor del vinillo. A medida que se van abriendo, se van sacando a un plato fuera del fuego, tapados, para que no se recuezan. Cuando están todos abiertos, se reservan al calor.
  3. Se destapa el recipiente y se reduce el caldito, porque debe quedar algo de líquido para dar sabor a las judías, pero lo justo para que no quede un plato caldoso. Aunque esto se puede hacer al gusto del consumidor, claro está.
  4. Cuando se tiene la cantidad de caldo deseada, se sala ligeramente y se añaden las judías bien escurridas de su agua de cocción. Se les dan unas vueltas a fuego vivo para que cojan el saborcillo y se prueba el punto de sal; se ajusta si fuera necesario. Se juntan con los berberechos templados y se sirven.

Judiones con berberechos

Judiones collage

En segundo lugar, en el proyecto colectivo 1080 fotos de cocina, del que ya os hablé aquí, ¡hoy publico yo! Espero que os guste mi foto de natillas con roca flotante, porque mi trabajito me costó.

Natillas collage

Por cierto, para todos aquellos que os hayáis perdido este acontecimiento mundial, hace poco tuvieron a bien hacerme una entrevista en una web de productos gallegos, aquí podéis leer las tontunas que dije.

Y… qué conchas tan fotogénicas tienen los berberechos, criaturitas.

Judiones con berberechos

¿Mas recetas con marisquitos? Cómo no, aquí:

  1. Cangrejo en pote o paté de cangrejo
  2. Salpicón de buey de mar

Ensalada templada de pochas

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Diréis que no estamos en temporada de pochas. Ya, pero existen las conservas. Y eso es lo que he utilizado en esta tapa, aperitivo, primer plato, llamadle-como-queráis tan sencillo y sabroso. Y rapídisimo y cómodo de hacer. Por obra y gracia de Seleqto, la web de productos gourmet que hace unos días tuvo la gentileza de regalarme algunos de los productos que distribuyen. Ahora tengo que confesar un hecho horripilante: no había probado nunca las pochas. Nunca. Ya me he dado 100 latigazos por ello, os he ahorrado el trabajo, porque después de probarlas me arrepiento del tiempo perdido. Si seré gaznápira.

Sabéis que ya llevo cierto tiempo reivindicando las legumbres (como aquí), pues qué mejor que hacerlo con una ensaladita templada con mis recién descubiertas y mantecosas pochas al natural, coronada además con unas lasquitas de un delicioso queso de oveja castellano, de Valladolid para más señas.

Ensalada pochas

Ensalada templada de pochas
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Sencilla ensalada de pochas, ajos tiernos, tomates secos y queso castellano
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Raciones: 1
Ingredientes
  • 1 puñao de pochas, al gusto
  • ½ manojo de ajos tiernos frescos
  • 7 u 8 tomatitos cherry secos
  • 3 o 4 lascas de queso de oveja castellano curado o semicurado
  • Aceite de oliva virgen para el sofrito
  • Sal
Instrucciones
  1. Se empieza por sacar las pochas del frasco y lavarlas un poco con agua sobre un colador, para quitarles ese líquido gelatinoso de la conserva. Se dejan escurriendo.
  2. Se ponen a hidratar ligeramente los tomates cherry en un cuenco con agua caliente.
  3. Mientras limpiamos y cortamos los ajos tiernos en rodajitas y los sofreímos lentamente en un par de cucharadas de aceite, hasta que estén blanditos.
  4. Se añaden entonces las pochas escurridas y se le da un par de vueltas a todo, para que las pochas cojan el sabor. Se pasan las pochas sofritas a un plato, se rodean con los tomatitos cherry escurridos y secados con papel absorbente, y se coronan con unas lascas de queso.
  5. Se degluten de inmediato con una buena cerveza o un vinito tinto, antes de que se enfríen excesivamente.

Ensalada pochas

Ensalada pochas

Ensalada pochas

Y ya tenéis un sabroso platillo exprés para estos días lluviosos. El sabor de los ajos tiernos le va de miedo a las pochitas, pero es acusado, así que si alguien no es especialmente entusiasta de los ajos tiernos, puede reducir la cantidad. Los tomates cherry secos se pueden sustituir por tomates secos normales, cortándolos en trocitos. Lo que no se puede sustituir en un buen queso, que le da el toque maestro…

Queso castellano

Si queréis alguna otra ensalada poco vista, ahí va alguna otra del blog:

  1. Mojete huertano
  2. Ensalada de pimientos asados y caballa
  3. Ensalada de naranja sanguina
  4. Remojón de bacalao y naranja
  5. Ensalada de lentejas con olivada

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Alubias rojas con codorniz

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Estas Navidades pasadas recibí de regalo unos gramillos de alubias de Ibeas (qué mal suena eso de los gramillos). Se trata de unas alubias autóctonas de Burgos, cultivadas en mayor cantidad en Ibeas de Juarros, de ahí su nombre. Fantásticas para un guisote recio e invernal como estas alubias rojas con codorniz con bien de verduritas, vino tinto y hierbas. Oh, qué rico, madre.

En la web de las alubias de Ibeas nos cuentan:

Es una variedad local del género Phaseolus Vulgaris, planta herbácea anual de vegetación rápida cuya semilla es de color morado intenso, redonda y brillante. Presenta una forma ovalada, de 15 mm de largo y unos 8 de ancho, sin la peculiar forma de riñón que caracteriza al resto de las alubias. Afamada por su suavidad y finura de sabor, la cocción es lenta y no desprende el hollejo. En su presentación en el plato llama la atención el espesor y color achocolatado del caldo.

Que lo sepáis. Cierto lo del achocolatado del caldo, a lo que contribuí echándole vino tinto a las alubias en la cocción, que les da un saborcete muy rico. La inspiración está tomada de esta receta, que como pesqué unas codornices de oferta hace unos días, pues me vino que ni pintada. Además me gusta que es una receta muy poco caldosa, con mucha verdura y sin embutido, así es un plato mucho más ligero que con la grasaza tradicional que le da un buen chorizo. Que no digo que no estén ricas unas alubias con chorizo, pero a mí me matan un poco.

5.0 from 3 reviews
Alubias rojas con codorniz
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Alubias o judías rojas con verduras y codorniz
Autor:
Tipo de receta: Segundo plato
Cuisine: Castellana
Raciones: 4
Ingredientes
  • 200 g de alubias rojas (remojadas en agua del día anterior)
  • 2 cebollas
  • 1 zanahoria
  • 1 vaso de vino tinto
  • 2 hojas de laurel
  • 1 manojo de ajetes
  • ½ pimiento rojo
  • Aceite de oliva virgen
  • 250 g de salsa de tomate
  • Sal al gusto
  • 4 codornices confitadas en aceite (caseras o en conserva)
Instrucciones
  1. Escurrimos las alubias del agua de remojo y las ponemos a cocer en agua con una de las cebollas, la zanahoria, el vino tinto y el laurel. Las podemos cocer en olla rápida (en unos 25 minutos) o en olla normal (infinito). Cuando están tiernas paramos la cocción con un poco de agua fría. Salamos y reservamos.
  2. Hacemos un sofrito con el aceite, la cebolla y los ajetes bien picaditos, y el pimiento rojo picado un poco más basto.
  3. Cuando todo está lacio y la cebolla transparente, escurrimos todo el aceite que podamos, para aligerar. Añadimos entonces la salsa de tomate (yo usé un bote de esta salsa de tomates asados). Mezclamos bien y salamos.
  4. Escurrimos las judías de su caldo, que reservamos. Las añadimos al sofrito y agregamos el caldo que necesitemos para conseguir la consistencia que más nos guste.
  5. Cortamos por la mitad las codornices y servimos una codorniz partida en cada plato. O si lo preferimos deshuesamos las codornices, desmenuzamos la carne, y la repartimos por encima de las judías. Ains.

alubias rojas con codorniz

alubias rojas con codorniz

Riquísimo este guiso de legumbres tan poco pesado. Que por cierto, las codornices las confité en aceite de oliva virgen con un buen puñao de tomillo y estaban deliciosas. Y el aceite del confitado… para mojar pan por arrobas. El complemento perfecto para las alubias rojas.

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Sopa de verduras y pollo al pistou

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Como aún tenemos algo de fresquete, pues nos hacemos una sopa. Sustanciosa y sabrosa como esta sopa de verduras y pollo al pistou. Este tipo de sopa es natural de la Provenza y el pistou es el primo provenzal del pesto genovés, al fin y al cabo no está tan lejos la Provenza de la Génova. Se usa este pistou como condimento, de forma similar a como se utiliza la picada en Cataluña, para redondear sabores y dar chispa a los platos. Más rico, oyes.

Es lo que tiene tener ya cierta práctica en la cocina, que te inventas platos. Miras lo que tienes en el frigo y pergeñas un experimento; una pieza de aquí, otra de allá y hala, fusión culinaria. Usé medio pollo de corral asado, sobrante con toda la suculenta salsurria que lo acompañaba, de vino blanco y bien de grasaza pollera. Mucho mejor que un caldo de pollo.

El pistou es una mezcla de ajo, queso, albahaca a tutiplén y aceite de oliva fundamentalmente, aunque como en todas las fórmulas tradicionales hay miles de variantes y en cada casa de la Provenza dicen que la suya es la buena. En general se diferencia del pesto italiano en que no lleva piñones y yo he visto alguna fórmula en que le añaden algo de tomate.

La sopa tradicional al pistou suele llevar verduras variadas, alubias blancas, tomates y algo de pasta, de forma similar a una minestrone. Yo he puesto calabacín, guisantes frescos (una delicia en temporada), alubias blancas y el resto de pollo asado. Aprovechamiento del bueno. Y para rematarlo la he servido en esos monísimos calabacines redondos… qué pena daba cortarlos, madre.

Sopa de verduras y pollo al pistou
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Sopa de verduras y pollo con pistou, al estilo provenzal
Autor:
Tipo de receta: Entrantes
Cuisine: Francesa
Raciones: 6
Ingredientes
Para el pistou
  • 5 dientes de ajo
  • 150 g de queso gruyere
  • 1 buen manojo de albahaca
  • Aceite de oliva al gusto
Para la sopa
  • ½ pollo asado con su salsa (o una pechuga cocida y 1 litro de caldo de pollo)
  • ½ kg de guisantes
  • 150 g de alubias blancas
  • 1 calabacín gordo
  • Algo de aceite de oliva
  • Agua
  • Sal
  • 6 calabacines mini para servir
Instrucciones
Pistou
  1. Pelamos los ajos y les quitamos el germen.
  2. Escaldamos la albahaca 5 segundos en agua hirviendo (ni más ni menos, que lo dice Ferrán Adriá en un libro) y metemos en agua fría. Con esto evitamos que pierda el color verde con el paso del tiempo.
  3. En una buena trituradora rallamos el queso. Secamos bien la albahaca y separamos las hojas.
  4. Añadimos al queso el resto de los ingredientes y trituramos hasta obtener una pasta. Agregamos el aceite poco a poco, mezclando bien, hasta obtener una pasta más o menos fluida. Listo.
Sopa
  1. Troceamos la carne del pollo y reservamos.
  2. Cocemos las alubias remojadas la noche anterior en agua, bien en cazuela, bien en olla a presión, hasta que estén tiernas. Reservamos.
  3. Desgranamos los guisantes, lavamos y reservamos.
  4. Cortamos en dados el calabacín y lo ponemos a pochar con aceite de oliva en una cazuela grande. Podemos vaciar los calabacines redondos, si los tenemos, y sofreír también su pulpa.
  5. Cuando el calabacín esté blandito añadimos la salsa del pollo (o el caldo en su defecto) y los guisantes. Cocemos una media hora, hasta que los guisantes estén tiernos.
  6. Agregamos la carne de pollo desmenuzada y sin piel, y las alubias escurridas. Añadimos tanto caldo de las alubias como sea necesario para cubrirlo todo y le damos un hervor a todo junto otros 5 minutos.
  7. Probamos de sal, ajustamos si fuera necesario y servimos la sopa en cuenco o calabacín redondo, con el pistou a mano de los comensales, para que cada cual se sirva lo que guste.

sopa de verduras y pollo al pistou

El pistou es más bestia que el pesto en cuestión de ajo; yo, el pesto me lo unto en pan cuando me da el pronto, pero con el pistou resulta un poco más peligroso, que igual dejas rubia a toda la familia con tu aliento de dragón.

pistou

La moraleja de este plato es que se puede animar mucho una sopa de restos y verduras con un condimento bien elegido y sabroso, como este pistou. Animarse. Y si no os gusta el pistou como condimento de una sopa, pues os lo untáis en pan. Pero siempre bajo vuestra responsabilidad, yo no quiero saber nada.

Fabada asturiana tradicional

Verdinas con marisco

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imagen de verdinas con mariscoLas verdinas con marisco las descubrí años ha en el restaurante Casa Consuelo cercano a Luarca, donde mi parejo tiene ascendencia (que no descendencia). Allí las sirven en raciones abundantísimas para que tengas que salir a cuatro patas del local. Como en casi toda Asturias, vamos. Qué bien se me crían los asturianos, madre. Las...

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Entrada original de Recetas caseras con fotos paso a paso de El Invitado de Invierno.


Hamburguesas de legumbres

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hamburguesas de legumbres by Miriam Garcia

¿Ojipláticos? ¿Pensáis que me tomo demasiado en serio lo de comer sano después de los atracones navideños? Estas hamburguesas de legumbres son tan fetén que os harán olvidar que son asquerosamente saludables. Tienen el mismo salero que un buen falafel; los forofos de los falafel sabréis qué quiero decir. Las hamburguesas de legumbres son una […]

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Sopa minestrone verde con pesto

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sopa minestrone by Miriam Garcia

Publico un platillo saludable después de los últimos dulces, esta sopa minestrone verde con pesto que viene hasta los topes de verduras. Según cuentan los italianos es la minestrone genovesa, no nos vayamos a equivocar que los italianos son muy suyos para las regionalidades. Más o menos como todos. No tengo ningún libro de cocina […]

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Judiones de La Granja de San Ildefonso

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judiones de la granja

Los judiones de La Granja de San Ildefonso son una especie de alubia, blanca y de gran tamaño, que se ha venido cultivando tradicionalmente en la provincia de Segovia. Con ella se elabora el famoso plato de judiones con chacinas que se ofrece en multitud de restaurantes de toda la provincia. Historia de los judiones […]

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Alubias estofadas con aceitunas

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alubias estofadas aceitunas

Para la mitad de la primavera estas alubias estofadas con aceitunas vienen al pelo, que este estofadito vegetariano/vegano no solo es ligerísimo sino que lo hemos devorado, porque ¡qué sabor!

Adoro las aceitunas desde que era hipercanija; experimentar con algo que vaya más allá de servirlas como aperitivo o tapita te descubre suculentos platillos como este, en que las aceitunas aportan mucho sabor y un divertido contraste de texturas con las alubias. Abrid vuestras mentes, repámpanos.

La aceituna y su devenir

Porque como todos sabéis, queridos niños, la aceituna u oliva es el fruto del olivo, un árbol natural de la cuenca mediterránea. Su pulpa almacena aceites, de ahí que las prensemos y consumamos el rico aceite de oliva, del que España es el mayor productor mundial. Luego lo compran los italianos, le ponen su etiqueta y lo venden al doble de precio que nosotros…

Las humildes aceitunillas:

  • Contienen hasta un 77% de ácido oleico, grasa insaturada buenisísisima para vuestro colesterol. Que sí.
  • Sus calorías oscilan alrededor de las 150 kcal/100 g, mucho menos que cualquier porquería de aperitivo industrial.
  • Las aceitunas negras tienen mucho hierro y todas las variedades son ricas en vitamina E, que protege del envejecimiento.

Son más majas, ellas.

Hay un buen puñado de variedades de aceitunas, unas más convenientes para consumo de mesa (aceituna de mesa o de verdeo, porque se coge verde) y otras para extracción de aceite. Para mesa las más comunes son estas:

Manzanilla: su cultivo se concentra en Sevilla, Badajoz y Huelva, y se recoge en verde para su aderezo por fermentación “al estilo sevillano”. Es la variedad de mesa más apreciada internacionalmente por su calidad y fácil deshuesado.

Carrasqueña: se encuentra principalmente en la zona de Extremadura, en concreto la provincia de Badajoz. Su fruto tiene un tamaño medio, forma ovoidal y simétrica.

Gordal: se cultiva mayoritariamente en Sevilla. Es muy apreciada por el tamaño de su fruto y su pulpa carnosa. Presenta forma ovoidal y ligeramente asimétrica. También conocida como “La Bella de España”, entre otros nombres.

Hojiblanca: su cultivo se reparte entre Córdoba, Málaga, Sevilla y Granada. Su fruto es de maduración tardía y tiene una coloración de violeta a negro, de forma elíptica y tamaño grande. Su pulpa es firme, y es muy apreciada en elaboraciones de aceitunas negras aderezadas al estilo “Californiano”. También es conocida como “lucentino”.

Cacereña: Se extiende por toda la provincia de Cáceres, Badajoz, Salamanca, Ávila y Madrid. Es muy apreciada para su aderezo, tanto en verde como en negro, siendo la elaboración principal como aceituna negra aderezada. La separación de la pulpa del hueso es fácil. Se caracteriza por un tamaño medio, con forma esférica y ligeramente asimétrica. También se la conoce como “Costalera” o “Negrilla”, entre otras.

Si queréis aprender a endulzar aceitunas recién cogidas del árbol para poderlas comer, al estilo sevillano, aquí tenéis las instrucciones para curarlas.

alubias estofadas aceitunas

La receta de las alubias estofadas con aceitunas

Esta recetuela procede de este blog y no es más que un sencillo estofado vegetariano/vegano que debe su sabor tan especial a las aceitunillas verdes, el tomate y el pimentón. Fácil de hacer y mucho más ligero que un estofado de alubias lleno de chacinas. Que no tengo nada contra las chacinas, ¿eh? Pero aligerar no viene mal de vez en cuando.

4.6 from 5 reviews
Alubias estofadas con aceitunas
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Sencillas alubias estofadas con aceitunas, tomate y berza
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cuisine: Internacional
Raciones: 6
Ingredientes
  • 300 g de alubias de buena calidad
  • 1 hoja de laurel
  • 60 ml de aceite de oliva virgen
  • 1 cebolla grande
  • 1 cdta. de pimentón dulce
  • 4 dientes de ajo
  • 300 ml de tomate triturado
  • 200 g de tomates pelados (naturales o en conserva)
  • 120 ml de vino tinto
  • 1 buen puñado de aceitunas verdes deshuesadas
  • Unas hojas de berza rizada o espinacas o algo verde
  • Agua la necesaria
  • Sal y pimienta al gusto
  • Perejil
  • Queso manchego rallado
Instrucciones
  1. La noche anterior ponemos las alubias o judías a remojo en agua fría, hasta el día siguiente.
  2. Ponemos las judías con su agua de remojo en una cazuela (si estaban limpias ya, el agua es perfectamente utilizable), añadimos una hoja de laurel y llevamos a ebullición.
  3. Cuando hiervan las asustamos con un par de vasitos de agua fría para que no revienten y cocemos hasta que estén tiernas, por lo menos tardarán 1 hora, según su frescura y calidad. Podemos, por supuesto también, hacerlas en olla rápida, el tiempo que indiquen las instrucciones para las judías. Salamos y reservamos.
  4. alubias estofadas aceitunas
  5. En una cazuela ponemos el aceite de oliva, calentamos y sofreímos la cebolla picadita hasta que esté transparente. Escurrimos para eliminar todo el aceite que nos sea posible.
  6. Añadimos el ajo majado y el pimentón; les damos un par de vueltas, muy brevemente porque el pimentón no debe tostarse, que amargaría.
  7. alubias estofadas aceitunas
  8. Añadimos el vino tinto, el tomate triturado y los tomates pelados cortados en trozos; cocemos 10 minutos.
  9. alubias estofadas aceitunas
  10. Agregamos las aceitunas bien escurridas de su líquido, las alubias con su líquido de cocción y las hojas verdes picadas, como en un potaje. Cocemos otros 10 minutos.
  11. Sazonamos y dejamos reposar. Como todos los estofados, es mejor prepararlo por lo menos con 24 horas de antelación para que se asienten los sabores.
  12. Servimos espolvoreando un poco de queso manchego rallado en cada ración.

Cuestiones sobre las alubias con aceitunas

  1. Como siempre que de legumbres se trata, comprad alubias de buena calidad polamordediós, al menos que sean del año y no del Neolítico. Yo usé alubias tipo faba asturiana, pero terciadas, es decir, más canijas.
  2. Como os veo venir, al estofado este le podéis añadir un hueso de jamón o algo carnívoro que a algunos os resultará imprescindible. Allá cada cual.
  3. ¿Puedo usar pimentón picante en lugar de dulce? Pos claro, alma de cántaro. Es probable hasta que seas más feliz.
  4. ¿Puedo usar aceitunas negras en lugar de verdes?  Pues es algo que tengo que probar la próxima vez, porque el relativo dulzor de las aceitunas negras frente a las verdes tiene que casar perfectamente también con este estofado.
  5. ¿Puedo añadir alguna hierba fresca además de o en lugar de las hojas verdes? Encuentro que unas hojas de albahaca fresca al final del guiso le tienen que ir de miedo.

alubias estofadas aceitunas

Referencias

La chefa recomienda

Más guisotes con legumbres:

Os dejo, que tengo que convencer a mi hijo de 15 años, vegano en ciernes, de que pruebe estas alubias estofadas con aceitunas. Deseadme suerte.

Post patrocinado

Entrada original de Recetas caseras con fotos paso a paso de El Invitado de Invierno.

Chile vegetariano

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chile vegetariano

Este chile vegetariano viene a cuento porque mi churumbel pequeño es vegetariano y estos guisotes en grandes cantidades para varios días vienen al pelo. Que yo trabajo y me tengo que organizar para dar de comer a toda la familia. Caramba.

Es más: además de vegetariano este chile es vegano. Toma castaña.


El chile con carne, sin carne y su devenir

El chile con carne es un estofado de judías, carne, tomate y chiles o pimientos picantes, más o menos denso y brutal.

Típico de la cocina tex-mex del sur de los Estados Unidos, procede de los descendientes de hispanohablantes del estado de Texas, pues parte del estado que ahora pertenece a los Estados Unidos era México en otros tiempos.

Gracias a la preocupación relativamente moderna en el primer mundo por prescindir de la carne en la cocina (en el resto del mundo no tienen la opción de prescindir) no es difícil encontrar recetas de chiles vegetarianos, en los que se sustituye la carne de vaca por diversos ingredientes, por ejemplo:

  • Más cantidad de alubias o de otra legumbre, sin más.
  • Distintos preparados de soja, como soja texturizada, tofu, etc., que no sabe a mucho, pero hace bulto.
  • Cereales en grano entero.
  • Yo no sustituyo la carne por nada concreto, sino que añado más verduritas para darle más cuerpo y punto pelota, entre ellas zanahoria en daditos.

Por cierto, si os gusta the real thing en el blog tenéis una receta muy tradicional de chile con carne y otra suculenta de chile con carne y chocolate


La receta del chile vegetariano

La receta que uso se basa en la de este blog, pero como este plato no tiene ninguna complicación cualquier fórmula que contenga los siguientes ingredientes se puede llamar chile vegetariano:

  1. Alubias negras o rojas,
  2. tomate,
  3. cebolla,
  4. especias como cilantro y comino,
  5. y, por supuesto, algún tipo de pimiento picante, que es lo que da nombre al plato.

En cuanto al tipo y cantidad del elemento picante, seguro que los tejanos tienen mucho que enseñarme sobre ello, pero como yo no cocino en Texas y lo hago a mi gusto uso un poco lo que me viene a mano, igual pimentón picante que cayena en polvo, que, en este caso, una deliciosa salsa mejicana de ajíes de nombre Valentina.

Y uso un truco sucio para darle más profundidad al sabor sin que sepas muy bien de dónde viene, usado incluso en la cocina tradicional española: añadir un poco de chocolate.

Vamos con esta facilísima receta y no olvides consultar las dudas y consejos más abajo.

5.0 from 1 reviews
Chile vegetariano
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Versión vegetariana del chile con carne, con alubias rojas, verduras y especias
Autor:
Tipo de receta: Segundo
Cuisine: Estadounidense
Raciones: 10
Ingredientes
  • 400 g de alubias rojas o negras, secas
  • 2 hojas de laurel
  • 2 cebollas
  • 4 ramas de apio
  • 1 pimiento rojo
  • 2 zanahorias gordas
  • 4 dientes de ajo
  • Aceite de oliva al gusto
  • 1½ cdas. de semillas de cilantro
  • 1 cda. de comino molido
  • 1600 g de tomate triturado (natural o en conserva)
  • Pimentón picante, ají molido, cayena en polvo o similar al gusto
  • 1 cdta. de cacao en polvo sin endulzar
  • Sal al gusto
Instrucciones
  1. En primer lugar, cocemos las alubias, previamente remojadas en agua fría abundante toda la noche anterior. Descartamos el agua de remojo (aunque sobre este tema hay controversia), las ponemos en una cazuela con el laurel y llevamos a ebullición; cocemos hasta que estén tiernas.
  2. chile vegetariano
  3. Podemos cocerlas igualmente en olla a presión el tiempo que indique cada marca de olla.
  4. Mientras las judías cuecen, preparamos las verduras: picamos la cebolla, cortamos en trocitos el apio, la zanahoria y el pimiento, y pelamos y majamos los ajos.
  5. Cubrimos el fondo de una cazuela con aceite de oliva, calentamos a fuego medio y sofreímos la cebolla hasta que esté transparente.
  6. chile vegetariano
  7. Añadimos el pimiento, la zanahoria y el apio, y seguimos sofriendo hasta que se ablanden.
  8. Cuando las judías estén cocidas apagamos el fuego y dejamos esperar tapadas.
  9. Agregamos entonces al sofrito el ajo majado, le damos unas vueltas y ponemos el cilantro majado y el comino.
  10. chile vegetariano
  11. Lo tostamos todo un minuto y añadimos el tomate triturado, las alubias escurridas (no tiremos el agua, por si acaso), el cacao en polvo, el picante al gusto y algo de sal.
  12. Cocemos unos 20-30 minutos, o lo que sea necesario para que el tomate se reduzca, se cueza la zanahoria y la salsa espese.
  13. Probamos la sazón y rectificamos si fuera necesario.
  14. La consistencia espesa con el tiempo, así que conviene dejarlo un pelín líquido, aunque la consistencia final siempre depende del gusto, pues se puede tomar muy espeso o más parecido a una sopa.

Cuestiones sobre el chile vegetariano

  1. —¿Puedo usar judías en conserva?— Claro, reduce mucho el tiempo de elaboración. Y que sepas que el líquido de la conserva, al contrario de lo que aconsejan en muchos sitios, es perfectamente aprovechable pues no es más que el agua de cocción de la legumbre, concentrada (lo que técnicamente denominan aquafaba). En este sentido dice el señor Claudi Mans:
    1. “[…] las legumbres en bote sueltan una espumita que es perfectamente comestible y no representa ningún problema en términos de salud, aunque estéticamente quede muy mal. La espuma […] no se genera fruto de una reacción química, sino al manifestarse una sustancia llamada tensoactivo al verter agua por encima. […] cuando abrimos un bote de garbanzos no hay espuma, pero sí al colocarlo bajo del grifo, pues agita este jugo. […] Esta espuma no es mala, no es nociva, no es nada de lo que haya que preocuparse, sino que, simplemente, estéticamente no es nada agradecida”.
  2. —Entonces, ¿me recomiendas alguna cantidad de picante?— Prefiero no hacerlo; es una cuestión muy personal, cada cual tiene una tolerancia y para eso incluyo la instrucción de probar y rectificar la sazón si hiciera falta al finalizar la cocción, cosa que por otro lado deberíamos hacer siempre.
  3. —¿Y si después de hacerlo me queda muy fuerte el chile?— Pues lo puedes diluir con algo más de tomate y cocerlo un rato más o hay quien aconseja cocer algo de patata en la salsa.
  4. —¿De verdad queda bien el chocolate o cacao en este estofado?— Si nunca lo has probado hazme caso: es fetén. En la cocina mejicana lo utilizan en el mole poblano, por ejemplo, una de las salsas más maravillosas que habré probado, y en la cocina de caza española también, en los civets y similares.
  5. Como cualquier guisote conviene dejar reposar este chile vegetariano un día entero para que se asienten los sabores. Además, como todo plato de legumbres, espesa con el tiempo.
  6. No sé si es una herejía, pero los jóvenes de mi casa degluten este estofado dentro de tortillas mejicanas, por eso lo dejo denso, para que no escurra mucho por la barbilla. Pero hay montones de formas de tomarlo, con algo de arroz hervido, como guarnición de otro plato, etc.

chile vegetariano


Referencias


La chefa recomienda

Más estofaditos apañaos:


Soy gran fan de estos estofados que puedes cocinar en cantidad para un regimiento, los que cocinamos todos los días para nuestra familia los agradecemos mucho. Y este chile vegetariano da mucho juego. Ya veréis.

Este artículo es un contenido original de El invitado de invierno

Alubias en tarro, receta italiana

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receta alubias tarro

Estas alubias en tarro son un plato tan sabroso como decorativo; vuestros invitados se quedarán con la boca abierta cuando sirváis estas alubias en su lindo tarro, bien aromatizadas con el tomate y la albahaca… ñam.

Por el condimento relativamente ligero estas alubias son tan ricas en caliente como templadas, como frías en ensalada con los propios aditamentos con que se han cocido. Y son fantásticas para el táper de la oficina, sin ir más lejos.

Cliquea en los apartados del índice para acceder a ellos directamente.


Las alubias en tarro y su vida privada

  • Aunque la receta que he usado debe ser un poco sincrética, procediendo como procede de un italoamericano de ascendencia a la vez napolitana y siciliana, parece que la receta más popular de alubias en frasco o fagioli al fiasco (nada que ver con nuestro fiasco, sino que es garrafa en italiano), de la Toscana, lleva alubias, ajo, pimienta, salvia y poco más.
  • Las alubias o judías usadas son solfini o cannellini, en ambos casos variedades blancas y de grano pequeño.
  • Se preparan según manda la tradición en una garrafa o frasca de vino de boca ancha, similar a las del chianti, que se tapa con un corcho. Si no tenemos, pues usamos un tarro de conserva y santas pascuas. De hecho, me parece mucho más fácil sacar luego las alubias si la boca es más ancha que la de una frasca.
  • Se cuece el conjunto al fuego, sobre un difusor para que no se rompa el frasco, al baño maría o en las brasas de una chimenea, de tres y media a cinco horas, según de tierna sea la alubia.

La receta de las alubias en garrafa

  • Mi receta procede de Especialidades de Nápoles y Sicilia. Made in NY, del italoamericano-neoyorquino David Ruggerio, un libro delicioso con un montón de historias de su familia napolitana y siciliana, y unas recetas maravillosas.
  • El condimento no es como el de la versión toscana de estas judías cocidas a fuego lento, pues cambia la salvia por albahaca fresca y añade tomates frescos, además de algo de panceta.
  • Yo he cambiado los tomates frescos, que me parecía que se desintegrarían en el conjunto, por unos tomates cereza secos caseros, que aportan un punto dulce muy agradable.
  • En lugar de alubias de tamaño pequeño he usado unas fabes asturianas. Hala. Pero puedes usar las alubias que más te gusten.

Vídeo: cómo se hacen las alubias en tarro

En poco más de minuto y medio:


Vamos con la receta y no olvides consultar las dudas y consejos más abajo.

5.0 from 1 reviews
Alubias en tarro a la italiana
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Alubias cocidas en tarro al baño maría con ajo, albahaca, panceta y tomate
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cuisine: Italiana
Raciones: 6
Ingredientes
  • 450 g de judías secas
  • 90 g de panceta cortada en dados
  • 120 ml de aceite de oliva virgen
  • 6 dientes de ajo pelados
  • Un puñado de tomates secos
  • Unas hojas de albahaca fresca
  • Sal al gusto
Instrucciones
  1. Ponemos las judías a remojo en agua abundante la noche anterior, por lo menos 12 horas.
  2. Escurrimos bien del agua y distribuimos en los tarros que vayamos a usar, de forma que queden por lo menos 3-4 dedos libres hasta la boca del frasco.
  3. Ponemos los tomates secos, cortados por la mitad si son grandes, los dientes de ajo, la panceta cortada y las hojas de albahaca fresca.
  4. Llenamos de agua los tarros de forma hasta 2-3 dedos por encima de las judías, y sal al gusto. Colocamos la tapa sin ajustar o sencillamente tapamos con un poco de papel de aluminio; el tarro debe poder respirar.
  5. Colocamos los tarros en una cazuela en la que quepan bien y que se pueda llenar de agua casi hasta la boca. Llenamos de agua fría o tibia y calentamos hasta ebullición.
  6. Conviene que los tarros quepan completos en la cazuela en cuestión para poder ponerle la tapa, porque si tenemos que dejar la cazuela destapada habrá que estar muy pendiente del nivel del agua.
  7. Cocemos entre 3 horas y media y 5 horas, según la clase y edad de las alubias; puedes destapar un tarro y probar cómo van de terneza.
  8. Hay que mantener siempre un nivel de agua que cubra hasta más arriba del nivel del líquido dentro del tarro, porque de lo contrario las alubias que estén más arriba puede que no se cuezan bien (me ha pasado).
  9. Cuando las alubias estén tiernas, sacamos los tarros y dejamos enfriar si no vamos a servir de inmediato.

Dudas y consejos sobre las alubias en tarro

  1. —Pero Miriam, ¿qué ventaja tiene hacer las alubias en un tarro en lugar de en cazuela, como siempre?— Dicen los señores de El Celler de Can Roca: «La principal diferencia es que cocinaremos con poca cantidad de líquido y que este o será absorbido […] o formará parte de la elaboración —lo que evitará que se pierdan minerales, vitaminas y sabor por la disolución en el agua de cocción».
  2. —¿Puedo usar otro método de cocción que no sea el baño maría?— Tradicionalmente sí, como he dicho antes, también se puede poner el tarro (si es termorresistente) en el horno o los italianos ponen las garrafas de vino tradicionales al fuego sobre un difusor. Pero encuentro que el baño maría aporta un calor muy uniforme y constante, y es mucho más eficiente que el horno en cuanto a la transferencia de calor.
  3. —¿Podría preparar estas alubias en un aparato sous vide?— Sí, pero en el caso de las legumbres, que precisan una temperatura de cocción muy alta, cercana a los 100º, no parece haber gran ventaja en hacerlas en sous vide en lugar de directamente al fuego. No lo digo yo, lo dice Joan Roca en el libro de la referencia.
  4. De acuerdo, dirás que eso es lo de menos, pero es cómodo cocinar varios tarros y conservar las legumbres en ellos, listas para tomar con solo recalentar suavemente. Puedes usar tarros individuales que se conservan en la nevera hasta una semana para tener comidas para el trabajo o para casa, listas para tomar con solo templar un poco.
  5. Encuentro que los tomates secos aportan un dulzor al guiso que no pueden aportar los tomates frescos; me encanta el punto que le dan.
  6. Si quieres convertir la receta en vegetariana y vegana no tienes más que quitarle la panceta; tendrá algo menos de sabor y grasa, pero estará igualmente rica.

receta alubias tarro

Los preciosos tarros de conservas Luigi Bormioli son de Claudia&Julia.


Referencias

  • Especialidades de Nápoles y Sicilia. Made in NY. David Ruggerio. Könemann
  • Cocina con Joan Roca a baja temperatura. Joan Roca y Salvador Brugués. Planeta

La chefa recomienda

Más platillos de legumbres suculentos y nutritivos:


Estas alubias en tarro me han parecido un gran invento; el caldo que las rodea está de toma pan y moja, con su aceitillo y el sabor de la albahaca y los tomates secos. Repetiréis.

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Este artículo es un contenido original de El invitado de invierno

Alubias estofadas con castañas

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receta alubias estofadas castanas

Estas alubias estofadas con castañas son testimonio del papel que tenían las castañas en la alimentación ibérica precolombina, antes de que trajésemos las patatas de América y se introdujeran en toda nuestra cocina y la del resto de Europa. Hala, lo que ha dicho.

Haz clic en los apartados del índice para acceder directamente. Impaciente.


Las castañas y su devenir

  • Soy gran forofa de las castañas, sobre todo asadas y crudas. En los guisotes medievales y anteriores al Medioevo se usaban las castañas como legumbres, pues era costumbre secar las cosechas de castañas hasta ponerlas pilongas. En esta forma desecada se conservan muchísimo tiempo en buen estado. No sé ahora, pero cuando yo era nimia se vendían castañas pilongas en las tiendas de frutos secos y variantes. Las que habré comido yo…
  • Existe la idea generalizada de que fueron los romanos quienes trajeron las castañas a la Península desde Asia Menor, pero hay hallazgos que lo desmienten. En yacimientos arqueológicos y turberas se ha encontrado polen de castaño; en un yacimiento de Buyo, Lugo, de hasta casi 8000 años de antigüedad. Parece que los castaños hace muchos siglos que habitan entre nosotros.
  • No es raro, pues, que se aprovechara tan nutricio fruto, del que además puedes disfrutar todo el año en versión desecada.

La receta de las alubias con castañas

  1. La receta procede de The Food from Spain, de Claudia Roden, uno de mis recetarios favoritos, del que ya tengo más recetas en el blog. A pesar de que solemos relacionar las castañas con el norte, en particular con Galicia y Asturias, dice la señora Roden que esta receta es andaluza; los lectores andaluces quizá nos puedan aportar sus conocimientos.
  2. Me llamó la atención que, a pesar de ser un guisote salado, lleva canela y clavo, combinación que me encanta. Con estas especias en su composición no creo que fuera un plato de pobretones, al menos en origen, por muy populares que fueran las castañas.
  3. El plato se puede elaborar en versión vegetariana o rematarlo con unos buenos chorizos, como cualquier cocido.
  4. Puedes hacer el guiso tan cómodo como quieras: usando castañas y alubias ya envasadas, o cociendo las alubias desde crudo y cocinando las castañas crudas (y permutaciones de estos dos elementos). Con la versión envasada la elaboración es mucho más rápida.
  5. He usado unos magníficos judiones de La Granja de San Ildefonso, pero cualquier alubia blanca sirve, siempre que sea de calidad y no del Paleolítico inferior.

Vídeo: cómo se hacen las alubias con castañas

En poco más de 2 minutejos:


Antes de ponerte manos a la obra:

  1. lee la receta completa o mira el vídeo,
  2. asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
  3. entiende el proceso.
No olvides consultar las dudas y consejos después de la receta.

Dificultad: ninguna.

4.8 from 5 reviews
Alubias blancas con castañas
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Guiso de alubias blancas cocidas con castañas
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cocina: Andaluza
Raciones: 4
Ingredientes
  • 500 g de alubias blancas previamente cocidas (peso ya cocidas)
  • 250 g de castañas, peso ya cocidas o asadas (según la castaña, hasta 500 g en crudo con cáscara)
  • 1 cebolla
  • 3 dientes de ajo
  • 1 palo de canela
  • 2 clavos de olor
  • Algo de agua
  • 3 chorizos para guisar (facultativo)
  • Sal
Instrucciones
  1. Si vas a cocer las alubias en casa, ponlas en remojo la noche anterior. Al día siguiente, cambia el agua, llévalas a ebullición bien cubiertas de agua y cuece a fuego lento, vigilando que no les falte agua en ningún momento, hasta que estén tiernas.
  2. Corta la cocción con algo de agua fría, sala y reserva.
  3. Haz un corte en la cáscara de las castañas para que no reviente y cocínalas en el microondas o en agua hirviendo hasta que se puedan pelar. Para hacerlas en el microondas aplica la máxima potencia un par de minutos, aunque depende de la potencia de cada horno, claro está. Están listas cuando están semicocinadas y se pueden abrir y pelar.
  4. Debes obtener los 250 g de castañas peladas.
  5. Pica o lamina una cebolla y póchala en algo de aceite de oliva hasta que esté lacia y transparente.
  6. Mientras, maja los dientes de ajo y añádelos al sofrito cuando esté lista la cebolla. Dales una vueltas.
  7. Agrega el palo de canela y los clavos, y cubre las castañas con agua. Cuece unos 15 minutos, hasta que las castañas acaben de ablandarse.
  8. Añade las alubias, cocidas en casa o de conserva (estas con su líquido), y dale a todo junto un hervor de 5 minutos.
  9. Si vas a poner los chorizos, fríelos un poco en algo de aceite de oliva a fuego medio-alto, y añádelos al guiso en el último minuto. Sala ligeramente y sirve calentito.

receta alubias estofadas castanas


Dudas y consejos sobre las alubias estofadas con castañas

  • —Entonces, ¿puedo prescindir del chorizo para hacer el plato más ligero o vegetariano?— Sin problemas; el sabor será distinto, pero igualmente rico.
  • —¿Por qué fríes los chorizos aparte en lugar de cocerlos dentro del guiso?— Porque así dan menos sabor; el sabor del resto del guiso es delicado, así evito que el chorizo domine el sabor conjunto por completo. O eso creo yo.
  • —¿No resulta raro el especiado con la canela y el clavo?— En absoluto, está riquísimo.
  • —¿Puedo usar castañas envasadas?— Sí, las hay ya cocidas de buena calidad.
  • —¿Me recomiendas algún tipo de alubia blanca?— No, cualquier clase de alubia puede dar buen resultado, siempre que sea de calidad y de la temporada.
¿Tienes alguna otra duda? Pregúntamela en los comentarios.

Referencias

  • The Food from Spain. Claudia Roden

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Más ricos platillos brutales de legumbres para el otoño:


Como adoro las castañas, estas alubias estofadas con castañas me requeteencantan; la canela les da un aroma sutil que no se da de tortas con los chorizos en absoluto. Riquísimas.


Ensalada de pasta con alubias y pesto

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receta ensalada pasta alubias pesto

Esta ensalada de pasta con alubias y pesto es un totum revolutum que resulta un plato muy completito para el verano. Y cómodo de hacer y conservar, porque lo puedes tener medio montado para añadir los ingredientes frescos en el último momento. Ah, y lleva pesto, que siempre es un acierto.

Cliquea en los apartados del índice para acceder a ellos directamente.


Las ensaladas de pasta y su devenir

  • Lo confieso: no soy entusiasta de la pasta. Y si me la pones fría, pues oye, me la como… pero no me entusiasma. Aún así, como es habitual, mis churumbeles son grandes forofos.
  • No he conseguido averiguar si la pasta en ensalada es una receta italiana muy antigua o reciente. Parece que es un plato muy típico de norte a sur de Italia en el verano, con infinitas variantes.
  • En las ensaladas de pasta la pasta se pone fría, para lo que se refresca tras la cocción. Se aconseja que después de enfriar y escurrir se agregue algo de la salsa que se empleará en la ensalada para evitar que las piezas se peguen entre sí.
  • También recomiendan los gurús de la ensalada de pasta reposarla una vez condimentada, para que coja bien los sabores. Los elementos frescos se añaden justo antes de servirla.
  • Si os consuela un poco, la pasta fría engorda menos que en caliente porque el almidón que se hidrata en la cocción vuelve a cristalizar al enfriarse la pasta y cuesta metabolizarlo, se comporta como la fibra insoluble, como cuenta Miguel Ángel Lurueña aquí. Este efecto de reducción del índice glucémico permanece incluso aunque recalientes el hidrato de carbono; es extensible a la patata y el arroz.
  • Aún así, siempre es mejor usar pasta integral.

La receta de la ensalada de pasta con alubias y pesto

  • Parece que los estadounidenses son aficionados a las ensaladas de pasta; esta receta se inspira en una fórmula de esta web norteamericana.
  • Me encanta casi cualquier cosa con pesto, pero además esta ensalada me parece estupenda porque lleva legumbres, verdura cruda y frutos secos. Lo tiene todo.
  • Lo bueno que tienen las ensaladas de pasta es que puedes cocer pasta en cierta cantidad y mantenerla refrigerada para apañarte cenas y entrantes en días venideros; lo mismo ocurre con las legumbres.
  • Tanto el pesto como las alubias puedes ponerlos de conserva, con lo que la elaboración se aligera mucho.
  • Quizá lo único un poco laborioso de la receta es preparar las chips de alcachofa, cuya fórmula tienes aquí. Tienen el inconveniente de que no las puedes hacer con antelación, hay que comerlas recién hechas porque pierden el punto crujiente. Apúntate que deben ser lo último que hagas, porque todo lo demás lo puedes tener hecho con antelación.
  • Si no es temporada de alcachofas frescas, usa corazones de alcachofa en conserva, aunque ya no tendrás el contraste crujiente.
  • No dejes de poner los piñones, le dan un contraste de texturas estupendo a la ensalada de pasta y alubias.

Con qué acompañar la ensalada de pasta con alubias y pesto

La ensalada no es pesada, pero tampoco lo más ligero que puedes servir de entrante. Va de maravilla con carnes a la parrilla o la barbacoa como los pinchos morunos, las brochetas de pollo adobadas al estilo indio o el vacío de ternera adobado al grill. Igualmente, si prefieres pescado, pruébala con el salmón en papillote al horno, el pescado a la sal o unas sardinas a la plancha.


Vídeo: cómo se hace la ensalada de pasta con alubias y pesto

En menos de 2 minutos:


Antes de ponerte manos a la obra:

  1. lee la receta completa o mira el vídeo,
  2. asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
  3. entiende el proceso.
No olvides consultar las dudas y consejos después de la receta.

Dificultad: tendente a cero.

Ensalada de pasta con alubias y pesto
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Ensalada de pasta fría con alubias, rúcula y tomate seco, aderezada con pesto
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cocina: Italiana
Raciones: 4
Ingredientes
  • 400 g de pasta tipo fusilli o penne
  • Agua y sal
  • 350 g de alubias blancas pequeñas, peso cocidas y escurridas
  • 150 g de tomates secos en aceite, peso escurrido
  • 4 alcachofas
  • Rúcula al gusto
  • 50 g de queso parmesano rallado
  • 200 ml de pesto genovés, casero o comprado
  • Albahaca fresca al gusto
  • 2 cdas. de piñones
Instrucciones
Cocción de la pasta
  1. Llena una cazuela de agua y lleva a ebullición con bien de sal. Cuece la pasta al dente, escúrrela y refresca con agua fría para cortar la cocción.
  2. Vuelve a escurrir bien, pásala a una fuente y adereza con el pesto de inmediato, para que no se pegue.
Montaje de la ensalada de pasta
  1. Lava la rúcula y sécala. Trocea y resérvala de modo que no se reseque.
  2. Para hacer las chips de alcachofas sigue mi receta aquí. Hazlas en el último momento, justo antes de montar la ensalada, para que se mantengan crujientes.
  3. Agrega a la pasta las alubias escurridas, los tomates secos cortaditos, la rúcula y las chips de alcachofa.
  4. Espolvorea con el queso parmesano recién rallado, adorna con hojas de albahaca y piñones, y añade el pesto a tu gusto.

Dudas y consejos sobre la ensalada de pasta con alubias y pesto

  • —¿Puedo usar otro tipo de pasta?— Claro, la que te apetezca.
  • —¿Cuánto tiempo se conserva en la nevera?— Si no pones la verdura fresca, es decir, la rúcula, los demás ingredientes aliñados con el pesto se te conservan perfectamente 3-4 días, en un recipiente hermético y bien refrigerados; la grasa del pesto protege la pasta de resecarse.
  • —Prefiero otra verdura de hoja que no sea rúcula, ¿me recomiendas alguna?— Creo que la escarola le va bien, en mi opinión debe ser una verdura de sabor intenso para que no se diluya entre el pesto.
  • —¿Puedo poner los tomates frescos en lugar de secos?— Sí, pero ten en cuenta que el gusto es distinto. Al secar los tomates se concentran y modifican los sabores. A mí me gustan mucho, pero no son precisamente baratos. La ensalada con tomate fresco estará buena igualmente, pero será diferente.
  • —¿Puedo prescindir de las chips de alcachofa?— Claro, puedes hacer lo que quieras. Si ya no es temporada de alcachofas puedes usar corazones de alcachofa en conserva, sin más.

receta ensalada pasta alubias pesto


Referencias


La chefa recomienda

Más ensaladas suculentas:


Esta ensalada de pasta con alubias y pesto es perfecta para el veranito porque admite mucha preparación previa y además puedes variar los ingredientes a tu gusto.

Alubias verdinas con berberechos

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receta alubias verdinas berberechos

Estas alubias verdinas con berberechos están adaptadas de una receta original para pochas de Eneko Sukaldari. Que compré recientemente verdinas en un viaje a Asturias y había que aprovecharlas… ejem. Somos muy sacrificados.


Las alubias verdinas y su devenir

  • Las verdinas son unas alubias o judías de pequeño tamaño y con un característico color verde suave en crudo que torna al amarillo suave una vez cocidas. Son delicadas pero, bien cocinadas, resultan extraordinariamente suaves y mantecosas.
  • Se cultivan en Asturias y en alguna zona de Galicia, pero las producciones son de volumen muy moderado y la recolección es manual. Cuentan que la planta se arranca antes de que las vainas maduren y se cuelgan en un lugar oscuro y ventilado; allí la alubia pasa del color blanco al verde. El primero al que le pasara debió pensar que era obra del demonio.
  • Por su delicadeza es ya clásico combinarlas con marisco y no con embutidos y chacinas, y resultan más ligeras precisamente porque llevan mucha menos grasa. Tenéis otro ejemplo de recetas con verdinas en este estofado de verdinas con marisco, en este caso con carabineros y almejas.
  • Y tienen las mismas magníficas cualidades nutricionales que cualquier legumbre. Comed legumbres, leñe.

receta alubias verdinas berberechos
Por otro lado, los berberechos son un bicho mucho menos popular que sus parientas las almejas, pero con un sabor intenso y característico que le va de miedo a carbohidratos con sabores comparativamente más suaves, como las alubias y las patatas. Fuera de las costas es más habitual consumirlos en conserva que frescos.


¿Por qué las legumbres forman espuma? ¿Es necesario eliminarla?

Al iniciarse la cocción de cualquier legumbre se empiezan a liberar en el líquido de cocción tres componentes:

  1. Almidón,
  2. proteínas y
  3. saponinas (que también son proteínas).

Las saponinas son sustancias tensoactivas (como los jabones, de ahí su nombre) que forman espumas y dan al guiso un aspecto poco agradable a la vista.

  • Hoy día no hay ninguna razón de salud para eliminar la espuma que se forma, la espuma no es una acumulación de residuos nocivos ni antinutrientes ni memeces por el estilo como he leído en algunas fuentes; tampoco haces las legumbres más digeribles por quitar la espuma. Si te apetece quitarla, que sepas que es solo por motivos estéticos y no porque la espuma te vaya a implantar un chip en el cerebro para que te controle el gobierno.
  • En los caldos de carne el desespumado tiene una función estética y de clarificar el caldo final, que no sé si de alguna manera se transmitió a la cocción de legumbres en la noche de los tiempos.
  • Es posible que en tiempos en que las legumbres no llegaban al consumidor impolutas, como ocurre ahora, con la espuma se arrastrasen residuos y polvo que mereciese la pena quitar. Pero esto es una elucubración mía. Que sí, que soy suficientemente vieja para haber participado en la operación de limpiar lentejas, que venían con piedrecitas y otros objetos.
  • Y hoy día no es necesario asustar las legumbres, porque tenemos fuegos de intensidad controlable. Lo suyo es que hiervan despacito para que no se desbaraten.

Vídeo: cómo se hacen las verdinas con berberechos

En poco más de un minutillo:


Consejos y dudas sobre las verdinas con berberechos

  • —¿Es imprescindible remojar las verdinas?— Sí, todas las alubias, grandes o pequeñas, necesitan remojo para volver a hidratarse y reducir así el tiempo de cocción apreciablemente y además, para llegar a ablandar el centro, el exterior quedaría demasiado blando si se cociesen sin remojar.
  • —¿Hay que tirar el agua del remojo o se puede aprovechar?— Por la información que tengo, no es necesario tirarla. No eliminamos con ella antinutrientes espantosos, que en cualquier caso en su mayor parte se descomponen con el calor. Antaño las legumbres venían sucias, no como ahora, quizá de ahí proceda la costumbre de tirar el agua.
  • —¿Es imprescindible espumar las legumbres?— A eso te he contestado en un apartado completo más arriba.
  • —¿Puedo usar berberechos de lata?— No he hecho la prueba, pero imagino que es perfectamente posible. El líquido de las latas de berberechos no es más que el propio jugo del marisco con quizá algún antioxidante perfectamente autorizado. Comestible de todo punto.
  • —No somos muy aficionados a los berberechos, ¿puedo usar otro molusco?— Claro, sin problema. El proceso es el mismo, abrir el molusco aparte recogiendo su caldito y agregarlo todo a las alubias cuando estén listas.
  • —¿Se pueden abrir los berberechos en la misma cazuela de las verdinas?— Como poderse, se puede, pero me gusta más hacerlo aparte porque controlas mejor que todos tengan un calor parecido.

receta alubias verdinas berberechos


La chefa recomienda

Te ofrezco más platillos con verduras, legumbres y mariscos, como las mencionadas verdinas con almejas y carabineros, las patatas con berberechos, las alcachofas con almejas y el salteado de judiones y berberechos.

Si te gustan las legumbres con carnes, no te pierdas la fabada asturiana clásica, los judiones de La Granja de San Ildefonso y un buen cocido madrileño.


La receta de las alubias verdinas con berberechos, escrita

  • He partido de una receta de Eneko Sukaldari para pochas, alubias frescas, que he adaptado con las verdinas, rebajando los saborizantes y usando sidra para abrir los berberechos en lugar de manzanilla. Me parecía más adecuado a las verdinas. La sidra achampanada es más dulzona y la natural menos, usa la que quieras.
  • Estos guisos de alubias con marisco se hacen siempre de parecida forma:
    1. Se prepara un sofrito con algo de verdurita y, si se tercia, espinas de pescado o cabezas de marisco;
    2. se cuecen las alubias por separado, con una hoja de laurel si se quiere;
    3. se tritura, o no, el sofrito y se añade a las alubias;
    4. se añaden al final los mariscos para cocinarlos brevemente junto con las alubias o se hacen aparte y se añaden con sus jugos.
  • Como los berberechos tienen un sabor intenso hace falta poco más para aromatizar las verdinas.

Antes de ponerte manos a la obra:

  1. lee la receta completa,
  2. asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
  3. entiende el proceso.
No olvides consultar las dudas y consejos después de la receta

Dificultad: encontrar verdinas de calidad.

Alubias verdinas con berberechos
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Alubias verdinas asturianas estofadas con berberechos
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cocina: Asturiana
Raciones: 6
Ingredientes
  • 500 g de alubias verdinas de calidad
  • 1 cebolla blanca dulce
  • 1 pimiento verde italiano
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cdta. de pimentón dulce
  • 50 g de pulpa de pimiento choricero
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 750 g de berberechos frescos
  • 1 cayena
  • 250 g de sidra natural o achampanada (1 botella pequeña)
Instrucciones
  1. Pon los berberechos en un bol con agua fría y sal; déjalos toda la noche en la nevera para que suelten la arenilla, si la hubiera.
  2. Pesa las verdinas y ponlas igualmente en un bol con agua abundante para hidratarlas toda la noche.
  3. Pica finamente la cebolla, el pimiento y los dientes de ajo. Cubre el fondo de una sartén con aceite de oliva y sofríe la cebolla a fuego bajo hasta que empiece a estar transparente. Agrega entonces el pimiento y el ajo, y sofríe hasta que cambien de color.
  4. Añade el pimentón y dale unas vueltas.
  5. Incorpora la pulpa de pimiento choricero, mezcla y sofríe 5 minutos a fuego medio.
  6. Si quieres, puedes triturar el sofrito.
  7. Agrega las verdinas con su agua y añade más si hiciera falta, deben quedar bien cubiertas. Cuécelas a fuego suave, que apenas borboteen, el tiempo que sea necesario, que dependerá de su antigüedad y calidad.
  8. Añade más agua a medida que se consuma, siempre bien caliente para no cortar la cocción.
  9. Cuando las alubias estén casi tiernas del todo, prepara los berberechos. Escúrrelos de su agua.
  10. Desmenuza la cayena con los dedos. Vierte la sidra en un recipiente en que quepan luego los berberechos y reduce un minuto a partir de que recupere el hervor. Agrega la cayena.
  11. Añade los berberechos, tapa y mantén a fuego más bien vivo hasta que todos los berberechos se hayan abierto.
  12. Incorpora los berberechos con sus jugos a las verdinas, mezcla con delicadeza para no romper las alubias y prueba la sazón, porque los berberechos sueltan sal. Ajusta si fuera necesario y sirve.

Referencias


Colofón

Estas alubias verdinas con berberechos os gustarán si os gusta el marisco y los platos de cuchara… y si tenéis buen gusto, repámpanos.

Tacos mexicanos de pollo y frijoles

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receta tacos mexicanos pollo frijoles

Los tacos mexicanos de pollo y frijoles son una recetuela fácil y relativamente rápida, siempre y cuando prepares el relleno de frijoles o alubias chafadas y pollo refritillo con antelación en cierta cantidad para consumir en varios días. Piénsalo.

Y si quieres hacer los tacos vegetarianos, obvias el pollo y santas pascuas, que con el resto de los ingredientes también quedan de miedo. Los tacos son una cosa absolutamente personalizable y que está deliciosa. Lo tienen todo.

Haz clic en los apartados del índice para acceder directamente.


Los tacos mexicanos y su devenir

En el Pequeño Larousse de la Gastronomía Mexicana, del cocinero mexicano Ricardo Muñoz Zurita, nos cuenta de los tacos:

Elaboración mexicana que se prepara con una tortilla de maíz o de harina de trigo, rellena con algún alimento y doblada o enrollada. Se come solo o acompañado por alguna salsa. Es el antojito de mayor consumo en México. Por lo general, su nombre se relaciona con su relleno, su textura o por la forma de prepararlo o presentarlo a la venta. Fuera de México la preparación refiere a una tortilla doblada, frita y rellena de una salsa espesa o de carne picada sazonada con chile, frijoles negros o guacamole con cebolla. Los tacos se toman como tentempié o como entrante caliente.

  • Los tacos pueden rellenarse casi de cualquier cosa y seguir siendo un taco.
  • ¿En qué se diferencia un taco de un burrito? El burrito es típico del norte de México y siempre consiste en una tortilla de harina de trigo grande, enrollada y con los extremos también cerrados.

Especialidad mexicana originaria de Ciudad Juárez (Chihuahua), en la frontera con Estados Unidos. Consiste en una tortilla mexicana de 30 cm de diámetro elaborada con harina de trigo que envuelve diversos tipos de relleno: fríjoles, carne, queso, chiles, cebollas o especias.

  • ¿Y las quesadillas? Pues:

Antojito mexicano que consiste en una tortilla de masa de maíz o de harina de trigo doblada a la mitad en forma de media luna, rellena con queso fresco para derretir o algún otro guiso (tinga, papa, hongos, picadillo, cuitlacoche, rajas, etc.) y cocida en comal o frita.

  • Aquí tenéis la receta de la masa de las tortillas de maíz, si las queréis hacer caseras, y de las quesadillas sencillas, que la aprendí en un curso de cocina mexicana hará mil años, cuando era una pobre ignorante de la cocina en general y de la mexicana en particular.
  • Por otro lado, las fajitas no son mexicanas, sino tejanas de los Estados Unidos; suelen consistir en carne a la parrilla que se enrolla en una tortilla de harina de trigo.

receta tacos mexicanos pollo frijoles


La receta de los tacos mexicanos de pollo y frijoles

Mis jovenzuelos son bastante aficionados a la comida mexicana (porque no han probado sus platos más picantes) y en casa hacemos algunos mejunjes y adaptaciones que igual horrorizan a los amigos mexicanos; en mi casa somos adictos al comino y al pimentón, por lo que los he usado para sazonar tanto el pollo como los frijoles en lugar de chiles, que para mí son más difíciles de encontrar. De ahí vienen estos tacos:

  • frijoles medio refritos,
  • con pollo desmenuzado y ligeramente especiado,
  • mezclados con maíz dulce,
  • pimiento frito y queso (que no sé si lo del queso es muy ortodoxo, ejem),
  • envueltos todos en tortillitas de maíz fritas
  • y acompañado de guacamole casero y quizá con cebolla escabechada.

Cuentan en el Larousse Cocina de México que frijol es el nombre mexicano original de lo que en España llamamos alubias o judías; es una semilla originaria de América, domesticada en Mesoamérica hace aproximadamente siete mil años. Era un alimento muy importante desde la época prehispánica, que formaba parte del tributo que les otorgaban a los mexicas los pueblos conquistados. El frijol negro, muy común en Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Oaxaca, se consume poco en el centro del país y en menos cantidad en los del norte. En general, los frijoles más utilizados son los bayos (como las alubias canela) y los negros.

Con frijoles cocidos se prepara una pasta especiada riquísima, los frijoles refritos, a la que somos muy aficionados en mi casa, machacados con cebolla sofritilla y poco más. Ea.

Ojo, de las cantidades de frijoles y de pollo que indico en la receta sobrará después de preparar ocho tacos; ya que te pones, prepara relleno para varias tandas de tacos, que no cuesta nada. Si no consumes ambos rellenos en pocos días, congelan perfectamente. Y, por cierto, estos tacos son perfectos para aprovechar restos de pollo. Reciclaje ante todo.


Vídeo: cómo se hacen los tacos de pollo y frijoles

En poco más de 1 minutillo:


La chefa recomienda

No tengo muchos platos mexicanos en mi web, pero los que hay son fantásticos, como la cochinita pibil con su cebolla escabechada, el guacamole y unas enchiladas verdes del Paleolítico del blog.


Dudas y consejos sobre los tacos de pollo y frijoles

  • —¿Puedo poner más hortalizas además de los pimientos?— Claro, pon las que te apetezca.
¿Tienes alguna otra duda? Pregúntamela en los comentarios.

receta tacos mexicanos pollo frijoles


La receta de los tacos de pollo y frijoles, escrita

Antes de ponerte manos a la obra:

  1. lee la receta completa o mira el vídeo,
  2. asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
  3. entiende el proceso.

Dificultad: poca.

5.0 from 2 reviews
Tacos mexicanos de pollo y frijoles
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Tacos con tortillas de maíz rellenas con pollo, puré de frijoles, queso, pimiento y maíz
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cocina: Mexicana
Raciones: 4
Ingredientes
  • 8 tortillas de maíz de 12-15 cm
  • Aceite de oliva virgen
  • 1 cebolla blanca
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cdta. de comino molido
  • 1 cdta. de pimentón picante
  • 250 g de frijoles negros ya cocidos
  • 1 pimiento verde (o un chile verde fresco)
  • 100 g de maíz en conserva
Pollo desmenuzado
  • 250 g de restos de pollo ya cocinado (o la misma cantidad de pollo cocido hasta que esté muy tierno)
  • 1 cdta. de comino molido
  • 1 cdta. de pimentón picante
  • 1 cda. de harina corriente
  • 1 cucharón de caldo de pollo o agua
Otros acompañamientos
Instrucciones
Puré grueso de frijoles
  1. Pela la cebolla y pica finamente.
  2. Cubre de aceite el fondo de una sartén y sofríe la cebolla hasta que esté lacia y transparente.
  3. Maja los ajos y agrega al sofrito; dales unas vueltas. Sazona con el comino y el pimentón, y sofríe 1 minuto.
  4. Agrega los frijoles previamente cocidos con algo de su caldo y cuece el conjunto un par de minutos para que se mezclen los sabores.
  5. Aplasta los frijoles con un tenedor o un prensapatatas, de modo que queden unos enteros y otros chafados. Si tuviera aún demasiado líquido, cuece un ratito más este puré grueso.
  6. Sazona con sal.
Pollo desmenuzado
  1. Escurre el pollo de su caldo o salsa, y desmenúzalo a tu gusto.
  2. Cubre de aceite una sartén mediana, calienta y sofríe el comino y el pimentón un minuto.
  3. Agrega la harina y dale unas vueltas para que se tueste.
  4. Añade el pollo con algo de su caldo o salsa o algo de agua, y cocínalo 4-5 minutos hasta que se forme una salsita espesa que lo amalgame.
Los demás acompañamientos
  1. Elimina el pedúnculo del pimiento y corta en tiritas o arandelas. Sofríe en algo de aceite hasta que cambie de color.
Montaje de los tacos
  1. Pinta con aceite de oliva abundante una sartén donde quepan bien las tortillas y calienta a fuego medio.
  2. Prepara cada tortilla poniendo solo en una mitad queso rallado a tu gusto, una cucharada de frijoles, algo de pollo, el pimiento y el maíz escurrido. No te pases poniendo mucho relleno, que luego es más difícil de manejar en la sartén.
  3. Pasa la tortilla a la sartén sin doblar y fríe un minuto.
  4. Dobla la tortilla por la mitad aplastando con una espátula y dale la vuelta con cuidado para tostarla también por el lado opuesto. Cuidado con que se salga mucho el relleno.
  5. Pasa el taco preparado a una fuente que se puede mantener calentita en el horno (o darle un golpe de horno o freidora de aire a todas las tortillas cuando estén hechas) y continúa hasta rellenar todas las tortillas.
  6. Sirve los tacos con el guacamole, la cebolla escabechada, si te gusta, cuñas de lima y cilantro fresco.

Referencias



Colofón

Los tacos mexicanos de pollo con frijoles son un plato fácil de hacer y que gusta a todo el mundo, especialmente a los críos y a los más jóvenes. Es fantástico tener los rellenos preparados para varios días e ir tirando de ellos.

Fabas de Lourenzá a la provenzal

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receta fabas lourenza provenzal

Que estas fabas de Lourenzá a la provenzal vienen de que alguien me hizo la merced de traerme medio kilito de estas ricas legumbres y díjeme: pues algo tendrás que hacer,  hija mía. Y allá que fui.

Y para variar de legumbres con carnazas grasas y de legumbres con marisco, que ya tengo unas pocas recetas con estos mimbres en la web, me decidí por un condimento provenzal, que en la Provenza se come de maravilla. Que me perdonen los lucenses, ejem.


Las fabas de Lourenzá y su devenir

  • La faba de Lourenzá es una alubia blanca de la variedad faba galaica que goza de protección Indicación Geográfica Protegida, IGP. Dicen en la web de la IGP que «posee una calidad culinaria excepcional motivada por su escasa proporción de piel (entre 8-10%); por su elevada capacidad de absorción de agua, superior al 100%; y por su comportamiento en cocción, consiguiéndose al final del proceso granos enteros y completos, en los que destaca la pastosidad de su pulpa, exenta de grumos y escasamente diferenciada de la piel». Ea.
  • Las fabas de Lourenzá se cultivan en un conjunto de valles de la provincia de Lugo, con dirección norte-sur en la Mariña luguesa.
  • El cultivo de las alubias en Galicia es antiguo, pero parece que se produce un gran incremento a partir de 1960, sobre todo en la zona de Vilanova de Lourenzá, que acaba dando el nombre a estas ricas alubias.
  • Por supuesto, tratándose de un producto gallego, no puede faltar su propia fiesta de exaltación, donde seguro que propios y ajenos se pondrán hasta las trancas de buenas fabas.
  • Las fabas de Lourenzá tienen las mismas magníficas cualidades nutricionales que cualquier legumbre. Comed legumbres, leñe.

receta fabas lourenza provenzal


¿Por qué las legumbres forman espuma? ¿Es necesario eliminarla?

Al iniciarse la cocción de cualquier legumbre se empiezan a liberar en el líquido de cocción tres componentes:

  1. Almidón,
  2. proteínas y
  3. saponinas (que también son proteínas).

Las saponinas son sustancias tensoactivas (como los jabones, de ahí su nombre) que forman espumas y dan al guiso un aspecto poco agradable a la vista.

  • Hoy día no hay ninguna razón de salud para eliminar la espuma que se forma, la espuma no es una acumulación de residuos nocivos ni antinutrientes ni memeces por el estilo como he leído en algunas fuentes; tampoco haces las legumbres más digeribles por quitar la espuma. Si te apetece quitarla, que sepas que es solo por motivos estéticos y no porque la espuma te vaya a implantar un chip en el cerebro para que te controle el gobierno.
  • En los caldos de carne el desespumado tiene una función estética y de clarificar el caldo final, que no sé si de alguna manera se transmitió a la cocción de legumbres en la noche de los tiempos.
  • Es posible que en tiempos en que las legumbres no llegaban al consumidor impolutas, como ocurre ahora, con la espuma se arrastrasen residuos y polvo que mereciese la pena quitar. Pero esto es una elucubración mía. Que sí, que soy suficientemente vieja para haber participado en la operación de limpiar lentejas, que venían con piedrecitas y otros objetos.
  • Y hoy día no es necesario asustar las legumbres, porque tenemos fuegos de intensidad controlable. Lo suyo es que hiervan despacito para que no se desbaraten.

Vídeo: cómo se hacen las fabas de Lourenzá a la provenzal

En poco más de un minutillo:


Consejos y dudas sobre las fabas de Lourenzá a la provenzal

  • —¿Puedo hacer esta receta con otras alubias que no sean de Lourenzá?— Por supuesto, con que sean de calidad el resultado será magnífico.
  • —¿Es imprescindible remojar las fabas de Lourenzá?— Sí, todas las alubias secas de cualquier clase necesitan remojo para volver a hidratarse y reducir así el tiempo de cocción apreciablemente y además, para llegar a ablandar el centro, el exterior quedaría demasiado blando si se cociesen sin remojar.
  • —¿Hay que tirar el agua del remojo o se puede aprovechar?— Por la información que tengo, no es necesario tirarla. No eliminamos con ella antinutrientes espantosos, que en cualquier caso en su mayor parte se descomponen con el calor. Antaño las legumbres venían sucias, no como ahora, quizá de ahí proceda la costumbre de tirar el agua.
  • —¿Es imprescindible espumar las legumbres?— A eso te he contestado en un apartado completo más arriba.

La chefa recomienda

Te ofrezco más platillos con verduras y legumbres, como las alubias con castañas, las alubias en tarro de inspiración italiana, con tomates secos, el despiporrante chile vegetariano, una minestrone verde supermineralizante y unas originalísimas alubias con aceitunas.


La receta de las fabas de Lourenzá a la provenzal, escrita

  • Me guío por una receta de Elle à Table con sabores muy provenzales: con tomate, anchoas, tomillo y alcaparras. Qué listos son los provenzales.
  • Este guisote de alubias no se diferencia en su elaboración de lo que es tradicional en España:
    1. Se prepara un sofrito con la verdurita y los condimentos;
    2. se cuecen las alubias por separado, en este caso con el único aderezo de tomillo y cebolla con clavos de olor;
    3. se reúnen el sofrito y las alubias.
  • El resultado es un guisote de cuchara, pero con poco caldo, versátil porque igual sirve para tomarlo con algo más de caldito y reconfortarte en el invierno que para el entretiempo, que incluso para tomarlo del tiempo casi sin caldo cuando hace más calorcillo. El sabor es estupendo con el toque oculto de la anchoa y el dulzor de la cebolla; una receta para guardar y experimentar.

Antes de ponerte manos a la obra:

  1. lee la receta completa,
  2. asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
  3. entiende el proceso.
No olvides consultar las dudas y consejos después de la receta

Dificultad: cocer bien en su punto las fabas.

5.0 from 2 reviews
Fabas de Lourenzá a la provenzal
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Fabas gallegas de Lourenzá con condimento provenzal
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cocina: Internacional
Raciones: 4
Ingredientes
  • 500 g de fabas de Lourenzá
  • 2 ramitas de tomillo
  • 1 cebolla blanca con 4 clavos de olor pinchados
  • 50 ml de aceite de oliva virgen
  • 2 cebollas dulces
  • 800 g de tomates troceados, frescos o de conserva
  • 2 filetes de anchoa
  • 3 dientes de ajo
  • Alcaparras para servir
  • Sal y pimienta
  • Albahaca fresca (facultativo)
Instrucciones
  1. Cubre las fabas con agua fría abundante y remójalas toda una noche.
  2. Al día siguiente, ponlas en una cazuela amplia, cúbrelas con más agua y llévalas a ebullición suave con el tomillo.
  3. Al cabo de 20 minutos de que comience la ebullición, incorpora la cebolla con los clavos.
  4. Pela y pica las cebollas restantes.
  5. Cubre con aceite de oliva el fondo de una cazuela y sofríe la cebolla a fuego suave hasta que esté lacia y transparente.
  6. En un mortero, maja los filetes de anchoa. Agrega a la cebolla los dientes de ajo pelados y laminados; dales unas vueltas.
  7. Incorpora el majado de anchoas y prosigue sofriendo el conjunto brevemente.
  8. Por último, añade los tomates troceados y estofa el conjunto unos minutos, hasta que esté reducido a tu gusto.
  9. Cuando las fabas estén tiernas (hay que ir probando), apaga el fuego, escurre las fabas de su caldo (no lo tires) e incorpóralas al sofrito. Mezcla bien, prueba la sazón (las anchoas aportan sal) y rectifica si hiciera falta.
  10. Si quieres dejar algo de caldo puedes engordarlo majando las fabas que se hayan partido y agregándolas. Puedes dejar el guiso todo lo seco o caldoso que te guste.
  11. Sazona con pimienta y agrega las alcaparras justo antes de servir, así como unas hojitas de albahaca fresca si te apetece.

Referencias


Colofón

Estas fabas de Lourenzá a la provenzal son otra fórmula más de cocinar unas buenas alubias saliéndonos de los caminos quizá más trillados. Un acierto en toda regla.

Receta de sopa minestrone

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receta sopa minestrone italiana

La receta de sopa minestrone es de las que no se olvidan: sabor hogareño y supervitaminante en cada cucharada de verduras con legumbre con diversas bases y acompañamientos. Porque eso es el minestrone, comida casera italiana a tope de power.

Ya publiqué un minestrone verde, con pesto, riquísimo, y hoy vamos con otro potaje con otros colores además de verde. Porque tenéis que comer verdura y legumbre, pedazo de díscolos.

Haz clic en los apartados del índice para acceder directamente.


El minestrone y su devenir

El minestrone es una sopa que se distingue por estar compuesta con una gran cantidad y calidad de verduras de temporada y algunas legumbres, incluidas las secas, con una base de sofrito o pesto, por ejemplo, en Génova. Una característica importante de este plato es la estacionalidad de sus ingredientes. No es casualidad que el mejor minestrone, que también se prepara en invierno con menor variedad hortícola, sea el que se elabora a partir de finales de primavera, época en la que empieza a aparecer una gran variedad de verduras.

Etimológicamente la palabra minestra, de la que procede minestrone, deriva del latín ministrare y se refiere al acto de servir que realiza quien cocina (ministrata), es decir, distribuir la comida en la mesa.

Cuentan en Memorie di Angelina, uno de mis blogs favoritos de cocina italiana:

Como tantos otros platos clásicos, hay prácticamente tantos minestroni como cocineros. Pero casi todas las recetas de minestrone se fundamentan en una base de tres verduras: cebolla, zanahoria y apio. Notarás que estas son las mismas tres verduras, conocidas como odori en italiano, que forman parte del tipo más común de soffrito, o base de sabor, para innumerables salsas, guisos y sopas. Pero mientras que para la mayoría de los platos se apunta a que el soffritto se deshaga en lo que se esté preparando para impartir el máximo sabor y, por lo tanto, las verduras van menudamente picadas, en este caso queremos que cada componente vegetal conserve su propia identidad, así que pica las verduras en cubitos.


Pues estas son las pistas para montar un minestrone. Mis churumbeles son forofos de las sopas de verduras con legumbres y, aunque el churumbel mayor ya se ha independizado, sigue viniendo a comer muchos sábados, así que en mi casa este tipo de sopa-potaje-puchero triunfa. Por contra, os voy a contar un secreto: estos platos de verduras que se recuecen hasta extraer la última molécula de sabor de los ingredientes a mí no me vuelven loca… hala, lo que ha dicho.

receta sopa minestrone italiana


La receta de la sopa minestrone italiana

Como he apuntado otras veces, en cuestión de cocina italiana yo me fío de Anna Mayer, así que ahí va su descripción de lo que sí es y no es un minestrone (que es masculino, ojo):

No hay unas reglas o límites claros. Hay cosas que para mi sí son minestrone y otras que no, y mi opinión no coincidirá al 100% con la de tu otro italiano de referencia (si lo es, algo está fallando y necesitamos una transfusión de Nutella inmediatamente). Una fabada no es un minestrone, un potaje tampoco. Una olla gitana ya podría entrar de refilón.

Si pides un minestrone sabes que llegará

  • en un plato sopero o un cuenco
  • que lo comerás con cuchara
  • tendrá abundante verdura
  • podría tener legumbres (pero si no las tiene no pasa nada)
  • podría llevar pasta (idem)
  • podría llevar pan (idem)
  • no debería llevar nada o casi de carne (excepto algo que se haya usado para dar sabor al caldo)

En cuanto a las guarniciones que se añaden al servir el minestrone, pueden ser las siguientes:

  • Queso parmesano rallado, claro está;
  • pesto, como en la modalidad verde;
  • un hilo de aceite de oliva con un golpe de pimienta;
  • pero también hidratos de carbono: pasta, arroz y pan.

El añadido de pasta parece ser más habitual en el sur de Italia, el arroz en el norte y el pan en la Toscana. La pasta y el arroz se pueden cocer aparte para que no queden en las sobras de la sopa y se pongan demasiado blandos.

He elegido verduras más o menos de otoño, por eso uso el tomate de conserva, pero ya sabéis que se trata de usar el producto de temporada que tengas a mano. Como legumbre he elegido unos maravillosos judiones de La Granja de San Ildefonso.

receta sopa minestrone italiana

Vídeo: cómo se hace la sopa minestrone italiana

En 1 minutejo pelao:


La chefa recomienda

Si te apetecen sopas o estofados de verduras bien gustosos, te ofrezco una sopa de batata y lentejas, unas alubias en tarro riquísimas, también italianas, la harira marroquí, un chile vegetariano, sin carne, una crema de zanahoria vegana y una magnífica sopa de lentejas rojas.

También tienes toda mi colección de platos sencillos de la web para echar un vistazo. Dale.


Dudas y consejos sobre el minestrone

  • —¿Cuánto dura? ¿Se puede congelar?— En la nevera dura tres o cuatro días en perfecto estado y admite perfectamente la congelación. Con el gusto que da encontrarse esos tápers para una noche tonta…

¿Pero qué más dudas tenéis, almas de cántaro? Si esto es más sencillo que el mecanismo de un chupete, solo hace falta producto de temporada que se cuece hasta que toda su sustancia ha pasado al caldo. No hay más.

¿Tienes alguna otra duda? Pregúntamela en los comentarios.

La receta de la sopa minestrone, escrita

Antes de ponerte manos a la obra:

  1. lee la receta completa o mira el vídeo,
  2. asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
  3. entiende el proceso.

Dificultad: ninguna, la de tener paciencia para trocear todas las hortalizas.

5.0 from 2 reviews
Sopa minestrone italiana
 
Preparación
Cocinado
Total
 
Sustanciosa y espesa sopa de verduras y legumbres típica italiana
Autor:
Tipo de receta: Entrante
Cocina: Italiana
Raciones: 8
Ingredientes
  • 1 cebolla grande
  • 2 puerros
  • 2 zanahorias
  • 2 ramas de apio
  • Aceite de oliva al gusto
  • 2 patatas medianas
  • 200 g de tomate troceado, natural o de conserva (según la estación)
  • 150 g de judías verdes
  • ¼ repollo
  • Un puñado de espinacas o berza rizada
  • 300 g de alubias cocidas
  • Agua o caldo de verduras
  • Sal al gusto
  • Pasta, pan o arroz para servir la sopa (la pasta y el arroz se cuecen aparte)
  • Queso parmesano
Instrucciones
  1. Pela y pica la cebolla. Cubre con aceite de oliva el fondo de una cazuela amplia, donde te vaya a caber todo el minestrone.
  2. Sofríe la cebolla a fuego bajo hasta que esté transparente. Agrega entonces el puerro limpio y cortado en arandelas; sofríe hasta que se ablande.
  3. Agrega la zanahoria y el apio en cubitos. Súdalos igualmente hasta que estén blanditos.
  4. Una vez listo el sofrito base, incorpora la patata en cubitos y las judías verdes en trozos pequeños. Sofríe a fuego bajo por lo menos 10 minutos para que se fundan los sabores.
  5. Incorpora el tomate troceado y reduce 5 minutos.
  6. Cubre con agua o caldo de verduras, e incorpora las verduras de hoja: las espinacas o berza, y el repollo cortados en tiritas.
  7. Cocina a fuego bajo por lo menos una hora, hasta que todas las hortalizas estén muy blandas y la sopa algo espesa.
  8. Añade ahora las legumbres cocidas y continúa la cocción otros 20-30 minutos. Agrega más agua si la cosa se quedase muy seca.
  9. A mis hijos les gusta triturar una parte para que el potaje quede muy contundente, así que paso la batidora de mano un poco, para triturar como la mitad del mejunje. Cuestión de gustos.
  10. Sirve con queso parmesano rallado y picatostes, como en las fotos, o con pasta o arroz cocidos aparte. O con un poco de todo.

Referencias


Colofón

Os dejo que voy a servir cuencos rebosantes de esta receta de sopa minestrone a unos que me están reclamando. Si es que les mimo demasiado…

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